¿Por qué es más difícil perder peso a partir de los 40? Y cómo contrarrestarlo
Ese par de kilos que a los 30 años desaparecían en un suspiro, a los 40 se quedan a vivir contigo. Hay varias razones que lo explican
Dieta y salud. (iStock)
Es como si, de pronto, al cuerpo le diera pereza deshacerse de esos kilos. Recuerdas que a los 30 bastaba con quitarte la cerveza del aperitivo y el cruasán del desayuno para que las cosas volvieran a su sitio en solo unos días. El cuerpo respondía a tu pequeño esfuerzo y tú sentías que tenías el mando. A los 40, ¡sorpresa! Ante el mismo problema, tu cuerpo ya no reacciona igual; se declara en rebeldía. Le da lo mismo que dejes la caña y el cruasán; simplemente no responde y ahora necesita más esfuerzo y más tiempo para lograr quitarte los dos o tres kilos que te sobran. Todo tiene una explicación.
Perdemos masa muscular
La masa muscular consume muchísimas calorías, pero entre los 30 y los 40 años empezamos a perderla y a sustituirla por grasa, lo que se traduce en un metabolismo más lento al que le cuesta mucho más hacer bien su trabajo. Si eres activa y haces ejercicio lo notarás menos que si eres sedentaria, pero en cualquier caso, el índice de masa muscular disminuye. ¿La solución? Nada como el entrenamiento de fuerza para ganar masa muscular. Puedes trabajar con pesas, hacer un circuito de máquinas de musculación tres veces por semana, trabajar con elásticos o utilizar el propio peso corporal.
Una pequeña gran ayuda
Crea-m, Sensilis, Collistar y Margaret Dabbs.
Body Remodelling Gel. Actúa sobre la celulitis y redefine la silueta. De Crea-m (33,28 €). Silhouette Regeneratig & Firming Gel. Mejora la cohesión de la piel y la alisa. De Sensilis (39 €). Parches Speciale Corpo Perfetto. Reafirman y modelan muslos, brazos, trasero y caderas. De Collistar (50,90 €, 48 parches). Firming Leg Sérum. Aumenta la elasticidad y reduce el tejido adiposo. De Margaret Dabbs (58,50 €).
Empiezan los cambios hormonales
El equilibrio hormonal es básico para que los órganos del cuerpo funcionen correctamente. En torno a los 40, los estrógenos, hormonas sexuales femeninas que se forman a partir del colesterol, inician un lento pero inevitable declive, una pérdida lamentable porque los estrógenos influyen en el metabolismo de las grasas y en la distribución corporal de esta. Lo mismo ocurre con la testosterona, la hormona masculina que las mujeres también segregamos: su presencia garantiza la masa muscular. ¿Algo que podamos hacer? Sí, practicar ejercicio intenso en tiempos cortos estimula otra hormona, la catelomina, que se ocupa precisamente de quemar grasa
¿Has hecho dietas exprés con frecuencia?
Si tu respuesta es afirmativa, te costará más perder peso. Las dietas radicales que prometen perder mucho peso en un tiempo récord provocan el famoso y temido efecto yoyó: pierdes kilos pero en cuanto la dejas, recuperas los que perdiste… Y alguno más. Y lo malo es que el peso que se recupera es en forma de grasa y cada vez más difícil de eliminar. No escuches cantos de sirena. Sigue una dieta equilibrada rica en verduras, frutas, legumbres y cereales y proteínas animales. Y reduce la cantidad en cada comida.
¡Ay, el estrés!
Es verdad que afecta a cualquier edad, pero los 40 tienen más papeletas para sufrirlo: vida laboral intensa, el cuidado de los hijos (y a veces también de los mayores), responsabilidades personales y económicas, en fin, un ramillete de circunstancias que complican la vida y generan cortisol, una hormona que ralentiza el metabolismo de las grasas. Es decir: a mayor estrés, menor combustión de grasa. Todos los expertos coinciden en que unos buenos hábitos de sueño (entre siete y ocho horas, acostarse y levantarse a la misma hora, no consumir alcohol ni cafeína antes de dormir) constituyen la mejor estrategia antiestrés.
Fuente: http://ow.ly/2Ixi30m8Jd1